sábado, 9 de septiembre de 2017

SON DEMÓCRATAS Y TIENEN DERECHO A PROTESTAR: Nota de “Grupo Vanguardia”

Apreciados lectores:

El último informe anual de la CEPAL (Panorama Social de América Latina 2016, 290 p., de Agosto 2017), profundiza el tema de la desigualdad y la forma en que ésta se entrecruza transversalmente en el ámbito social. Es, definitivamente, un desafío fundamental y un obstáculo para el desarrollo sostenible. El documento otorga un prisma de indudable valor sobre “la distribución del ingreso (personal y funcional) y de la propiedad, las desigualdades a lo largo del ciclo de vida, las desigualdades en el uso del tiempo entre hombres y mujeres, y la situación de las poblaciones afrodescendientes como una de las manifestaciones de las desigualdades étnico-raciales”. En contraste, analiza las tendencias recientes en cuanto a los recursos públicos disponibles para financiar políticas sociales capaces de hacer frente a la pobreza y la desigualdad y promover un desarrollo social inclusivo.

Esto último es el lado oscuro del planteamiento de la CEPAL: insiste en el “gasto público para combatir a la pobreza y … promover un desarrollo inclusivo …”. Es verdad que, tras nueve años de crisis del capitalismo de las hipotecas de alto riesgo, constatamos que nuestra economía, pese a la mala calidad de nuestra democracia y de sus representantes, ha tolerado los vientos globales y huracanados que han afectado a economías consideradas desarrolladas. La nuestra, ahora, da señales de recuperación y repunte gracias a la pesca, petróleo y derivados y minería, fundamentalmente, empero seguimos dependiendo de nuestro capital natural. Poco o casi nada de valor añadido. La pregunta es si es sostenible las políticas de gasto público para financiar el asistencialismo inclusivo.

El neoliberalismo populista (a lo ekeko, lobista, corrupto, oportunista y contrario al modelo liberal que promovió Mario Vargas Llosa), irrumpió con vehemencia con Alberto Fujimori y los mercantilistas en 1990 ante el desastre del populismo de izquierda que representó el Gobierno de Alan García (1985-1990, ver el libro Quinquenio Imborrable). El mercantilismo neoliberal ha dominado la gestión de Estado y gobernado ya 27 años, ininterrumpidamente. Los resultados son desiguales en términos reales y de ingreso per capita. Las protestas de nuestros maestros son un claro indicador de la desigualdad que existe y perturba la convivencia social.

Así constatamos, una vez más, que crecer no es sinónimo de desarrollo y que en toda crisis de un modelo neoliberal los que sufren y que ven deteriorada su situación económica y social son las clases medias y los de economía vulnerable. Precisamente, el foco de atención demográfica que el movimiento acciopopulista tiene como misión defender desde su apostolado peruanista y su ideología programática liberal y de vanguardia.

El presidente Fernando Belaunde solía decirnos con mucha frecuencia que los ricos no necesitaban del Gobierno “porque (ellos) se gobiernan solos”, y que Acción Popular tenía que enfocarse en la gente “económicamente más débil” y en nuestra clase media “motor de prosperidad y garantía de racionalidad y sostenibilidad social”. Resumía así el carácter humanista de nuestra doctrina en su dimensión estructural y cultural.

A propósito, desde este prisma, cuestionamos algunos gestos y calificativos desdeñosos y nada felices emitidos por militantes acciopopulistas (que creo se han equivocado de espacio político), en contra de la inmensa mayoría de profesores protestantes que, ante una dirigencia sutepista que se durmió en su zona de confort, no han tenido otra alternativa que sumarse a los radicales y salir a las calles para reclamar sus derechos. Estoy seguro que la gran mayoría de esos maestros que marcharon por calles y plazas limeñas son AP o simpatizantes.

En una conferencia que organizó el congresista Yonhy Lescano, hace ya algunos años, que se promovió y realizó en la sala Raúl Porras Barrenechea del Congreso de la República para rendir un homenaje al fundador de Acción Popular, Alan García confesó a su audiencia que cuando en los años ochenta visitó a Fernando Belaunde para tratar temas de coyuntura, observó al presidente en su despacho acongojado y muy preocupado, afligido, inquieto.

El líder aprista contó que en ese momento, en las afueras de Palacio de Gobierno piquetes de huelguistas del SUTEP procedían con sus movimientos y ruidosas protestas por mejoras salariales. “Señor presidente, aplique con dureza la ley. Use a la policía para reprimirlos”, le dijo el entonces diputado aprista. Y Belaunde contestó: “Son peruanos, la inmensa mayoría son demócratas, tienen derecho a protestar”.

Fue un maestro en las formas de hacer política, en la práctica de los buenos modales democráticos, muy generoso con el adversario, respetuoso de la protesta popular … hasta el límite de la tolerancia. Y, sin embargo, firme en la acción cuando se trataba de poner los puntos sobre las íes y las jotas.

Dicho todo esto, los invitamos al reportaje gráfico que nos remite el correligionario Julio Abarca Cordero, a propósito de la presentación, en la siempre señorial Arequipa, del libro QUINQUENIO IMBORRABLE del exsenador Javier Díaz Orihuela.

Pablo Pinedo
gV
Ideas en acción

Pd: por encargo del exsenador Javier Díaz Orihuela, les comunicamos a todos quienes asistieron a la presentación de su libro, el sábado 2 de septiembre, que pueden retirar su ejemplar de cortesía a partir del sábado 16 de septiembre de 2012 en la sede de la librería Grijley.


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